Fra Josep de l’Ascensió, historiador carmelita (2): Els setges de Perpinyà i les verduleres del Born

Els setges de Perpinyà

Coetani de la guerra dels Segadors i del tractat dels Pirineus, el carmelita descalç perpinyanès Josep de l’Ascensió en rebrà les conseqüències per partida doble, a partir sobretot de 1659: la pèrdua del Rosselló, que passa de la Corona hispànica a la francesa, i la separació del convent de Sant Josep de Perpinyà de la província carmelita descalça catalana, confirmada el 1661. El concís assentament de l’obra a què dedica el seu comentari, el fals cronicó de Liberat, sobre la fundació i l’etimologia de Perpinyà li mereix un homenatge a la ciutat que el va veure néixer al món i a la vocació religiosa:

Anno mundi 3171: Pyrapinanum, sic vocatam urbem a pyra, hoc est ab incendio, Pyrineorum […].

Nota: Pide detención esta cláusula y que pague obligaciones quien las deve; lo pide la razón y la buena correspondencia. Muchas devo a Perpiñán, porque me dio el ser natural en el año de 1628; más le devo, porque en ella me dispuso su divina Magestad para el estado que indignamente professo, en el de 1646. Sin faltar a Dios, procuraré cumplir brevemente con el mundo. (BC, ms. 532, f. 90)

El record de la passada guerra i l’animadversió contra França apareixen immediatament:

[…] Dexo lo belicoso de los de la ciudad de Rossellón contra los franceses, a quien siempre han mirado como enemigos, las batallas del año 151 de Christo, en que començaron a mostrar la innata oposición –tan antigua es entre estas dos naciones que aún asta oy persevera, que aunque Francia es dueña de aquel país este año de 1677, mas no de los coraçones de los rosselloneses, porque tienen en ellos muy estampada la braveza del león de España. (BC, ms. 532, f. 92)

La notícia de Liberat sobre la destrucció de Sagunt dóna peu a una nota sobre dos famosos setges patits per Perpinyà: el de 1473, segons que l’explica Luca Marineo a l’Opus de rebus Hispaniae memorabilibus –i anteriorment descrit amb dramatisme al Libellus del notari perpinyanès Antoni Pastor, coetani dels fets–, i el de 1642, relatat a les pàgines del diari del també notari Pere Pasqual, entre d’altres textos, amb els quals el carmelita comparteix la truculència d’algunes escenes, per exemple quan recull la brama sobre casos de canibalisme.

Nota: Este sitio [i.e. de Sagunt] fue tan cruel por apretado de la hambre padecieron los cercados, que dize Marineo Sículo fue tan inhumano como el que tuvieron los de Numancia de los romanos y los de Perpiñán por los franceses en el año de 1473 hasta el de 1475. Y porque sus palabras son de oro y no tienen todos los libros de historia algunos lectores, pondré las que más hazen al caso y muy en honrra de la nación española, y singularmente de la nuestra rossellonesa. Dízesse pues assí, en el lib. 18, fol. 99, hablando del citio de Perpiñán […].

Ahora podría añadir, si viviera, el Sículo otro quarto citio sucedido al mismo Perpiñán cuando en el año 1642 lo tuvo citiado el rey de Francia, Luis trezeno, en el qual padecieron los perpiñaneses y la guarnición española los mismos infortunios que los referidos, y aún no falta quien ha escrito fueron más intolerables, crueles e inhumanos. Yo estuve fuera del lugar y entré el mismo día que se rendió por la hambre a Francia. Y ohí dezir a los que havían quedado en el citio que públicamente se vendió carne humana, y buscando una muchacha huevos por la villa la llamó una muger y, con escusa de vendérselos, entrada en su casa, la mató y se la comió. De los que topamos dentro del lugar apenas quedó alguno con vida, porque con la novedad de los manjares y no estar hecho el estómago a tanta substancia se murieron. Ya quando los vimos nos parecían hombres finados por lo macilento y flaco. (BC, ms. 532, f. 135-136)

La resignació i l’amargor per l’annexió francesa fan reconsiderar a fra Josep, des de la distància, les antigues polèmiques sobre els límits dels Pirineus i l’adscripció del Rosselló, una qüestió alhora geogràfica i política de llarga tradició erudita que va acabar sent decisiva en la solució diplomàtica final sobre els Comtats. Pel carmelita, les conseqüències polítiques evidencien la ingenuïtat d’algunes posicions prèvies. A l’excurs sobre els Pirineus llegim:

Andrés Bosch, en el libro de los Títulos de honor de Cataluña, etc., dize que la raíz y origen de los Pyrineos es en el promontorio Afrodisio, cerca de Leocata, con muchas razones, con que es fuerça esta su opinión; y aún con algunos señales naturales dize que se divide el Rossellón de la tierra de Francia. Y aún a este autor, como a todos los demás cathalanes modernos, les mueve más la passión que no la razón, porque no quieren que el condado de Rossellón sea ni haya sido nunca de la Gallia Narbonense, sino que siempre ha sido provincia o parte de España. A este fin, pues, se encaminan todas las razones de todos los modernos catalanes y les agradecemos a los de Rossellón la merced de hacernos españoles y no franceses, mas ellos ny sus razones han tenido poca fuerza para librarnos de ellos, porque no haya quedado aquel condado por parte de Francia, como lo es este presente año de 1677. Y en el de 1660, quando se hizieron las pazes generales entre las dos coronas de España y Francia, se quedaron aquellos condados por la Francia, porque haviéndose tenido conferencia en Sant Juan de Luz acerca de la división de los dichos Pyrineos, con nuestros mismos autores convencieron los plenipotenciarios de Francia a los de España que los condados de Rossellón y Conflente y parte de la Cerdaña havían sido ya antiguamente de la Gallia Narbonense, y el doctor Bonaventura Trobat y Viñes, del Real Consejo de Francia en Rossellón, se llevó para esto de nuestra librería de San Joseph de Perpiñán los tomos de Zurita, autor bien acreditado ente los de primera clase, el qual llevava esta opinión. De suerte que todos los autores que hasta ahora han escrito de esta materia van por dos extremos: los unos –y son los más– que dizen que el origen de los Pyrineos es al cabo de Cruzes; los otros, como son Bosch y Compte, naturales de Rossellón, dizen que empieçan al cabo de Leocata en el premontorio llamado antiguamente Afrodisio. Las razones que trahen para esto se podrán ver en los mismos. Y eligiendo un medio d’estos dos extremos, diré lo que siento, y será contra lo que en otro tiempo tenía por cierto, movido de las razones de Andrés Bosch y de la afición de la patria, que me inclinava que fuesse lindero Rossellón de España y Francia, poniéndole de esta parte de España y el Pyrineo al dicho cabo de Leocata […]. (BC, ms. 532, f. 9v-10v)

El català i les verduleres del Born

Un altre excurs del comentari de fra Josep a Liberat està dedicat a la llengua catalana, descrita com un compost en què a la base llatina se sumen les aportacions d’altres idiomes, el dels gots, els àrabs, els pobladors indígenes i el llemosí, entès com a parla de Llemotges introduïda per Carlemany i els seus cavallers. Ja hi apareix algun dels tòpics en què es basarà el discurs sobre les excel·lències del català al segle XVIII i la seva defensa de certes crítiques igualment tòpiques. Per exemple, la capacitat facilitadora de l’aprenentatge d’altres llengües del català queda prou demostrada, segons el frare, per les habilitats lingüístiques dels seus parlants: qualsevol ho pot observar passejant per les parades del Born o pels carrers de Perpinyà. L’elogi és alhora un testimoni de la lenta penetració del castellà i el francès en àmbits populars. També una defensa del català davant dels tòpics sobre la seva brevetat i l’escassa elegància enfront del castellà, apologia d’una llengua en retrocés en els àmbits de l’alta cultura.

Un altre argument, la semblança amb el llatí, té una curiosa derivació, profundament misògina, tot i l’aparença feminista del discurs “de claris mulieribus”, influït per les observacions dels humanistes sobre l’educació de la dona, en els dos exemples de donzelles sàvies que retreu fra Josep: la famosa Juliana Morell i la menys coneguda, però que ell ha tractat personalment a Perpinyà, Rafela de Viladomar (Viladamor), una noia de qui s’escriu una biografia en alguns punts especular respecte de l’anterior. Al capdavall, els mèrits de totes dues serien explicables per la citada semblança entre el català i el llatí, que facilita tant l’estudi de la llengua sàvia que fins i tot les dones esdevenen “llatines”.

Anno mundi 3971: […] Hoc tempore omnes hispani latinam linguam locuntur. ‘En este tiempo todos los españoles hablan la lengua latina’.

Nota: Con la comunicación de tantos años con los romanos se comunicó a los españoles no solamente las costumbres y trages, sino también la lengua latina, que era la natural romana, y llegó a hablarse en España con tanta perfección como dentro de Roma. Duró el hablar esta lengua hasta que los godos y alanos entraron en España que, dexando mucha parte de aquella, tomaron de la góthica y assí se formó otro modo de hablar, compuesto del latino, góthico y del natural antiguo de cada provincia. Alteróse aún más con la pérdida de España, porque se mesclaron entonces muchos nombres arábigos que aún duran. Y últimamente por la mayor parte en esta nuestra provincia de Cathaluña se abraçó la lengua limosina, de Limoges, ciudad en el Lenguadoque, porque d’ella salieron muchos franceses que acompañaron al emperador san Carlos Magno y otros capitanes, y, haviendo poblado nuevamente esta tierra, siendo pocos los naturales, prevaleció la lengua de los más y se perdió aquel modo de hablar antiguo, aunque con el discurso del tiempo se ha apurado tanto esta lengua limosina que ya son pocos los nombres que d’ella an quedado: el de mossényer, madona, mare que dizen en la Ribera de Ebro son limosines; donde an quedado más es en el condado de Rossellón. En el principado de Cathaluña la lengua que oy se habla es compuesta de la latina, góthica, arábiga y limosina, que, porque es cosa muy sabida, no me entretengo en señalar vocablos de cada lengua d’éstas.

De manera que, siendo la lengua cathalana compuesta en mucha parte de la latina, no es mucho que las mugeres la hablen en estos tiempos, pues en aquellos tan antiguos les era natural y nacían latinas. No á centenares de años, que Juliana Morell, donzella natural de Barcelona, no sólo fue latina sino también filósofa y ganó por opposición una cáthedra de filosofía en la ciudad de París, donde la leyó públicamente, con aplauso y admiración de aquellos maestrassos de la Sorbona, tenidos como otros oráculos de aquellos antiguos de Atthenas.

En el año de 1663 conocí en la villa de Perpiñán a Rafela de Villadomar, hija del señor del Vivés, muchacha de treze años. Fui a visitar su madre y la hija me recibió, a mí y al compañero, hablando siempre latín y mui bien. Al otro año le argüí de filosofía y me acuerdo que la disputa fue de ente de razón; respondió más bien de lo que se podía esperar de su sexo y edad. Tuvo conclusiones públicas d’esta facultad en un salón de su casa, donde assistieron el Consejo real y las religiones, y lo hizo con tanta satisfacción que me dixo un letor de los de mi sagrada religión que todos quedaron admirados de la viveza de ingenio de la muchacha, y mucho más de su composición y modestia. Sé que después á proseguido en estudiar theología.

Esto va dicho en gracia de los señores castellanos, que tienen a los cathalanes por tan bárbaros como los que viven en el monte Tauris o en la isla de los Patagones, no advirtiendo que si nuestra lengua es más breve, menos rumbante, no tan pulida como la suya, pero es más dispuesta para aprender qualquiera otra lengua, lo que no tiene la d’ellos. Y no es por esso la mejor, sino la que es más común y universal, y aunque la cathalana de su naturaleza no lo sea, pero como tenga tanto de la latina que es conozida por tal, fácilmente los cathalanes aprenden qualquiera de las otras lenguas. Déxome los exemplos, porque en el Borne de Barcelona los hallarán todos los días, oyendo hablar a las verduleras como si fueran de Castilla, y en Perpinán a muchos como si ubieran nacido en París; assí cortan la lengua francesa algunos muchachos que yo me engañé con uno, pensando que fuera francés, y era de mi parroquia, como dizen. (RB, ms. II/2454, f. 95-95v)

Selecció bibliogràfica

Argaiz, Gregorio de, Población eclesiástica de España […]. Tomo segundo, parte segunda, Madrid: Francisco Nieto, 1669.
Calmette, Joseph, Libellus d’Antoine Pastor (1473), Perpinyà: J. Payret, 1901.
Cròniques del Rosselló, ed. Antoni Simon i Tarrés i Pep Vila, Barcelona: Curial, 1998.
Duran, Eulàlia (dir.); Toldrà, Maria (coord.), MCEM – Base de dades Manuscrits Catalans de l’Edat Moderna, Institut d’Estudis Catalans, 2011-. [En línia]
Gras, Mercè, Diccionari biogràfic d’autors carmelites descalços de la província de Sant Josep, dins Duran; Toldrà, MCEM […], 2013. [En línia]
Iglésias, Narcís, “Notes sobre llengua i Església al Rosselló (segles XVII-XVIII)”, Estudi General, 22 (2002), p. 89-102.
Marineo, Luca, Opus de rebus Hispaniae memorabilibus, Alcalá: M. de Eguía, 1533.
Rafanell, August, Un nom per a la llengua: el concepte de llemosí en la història del català, Vic; Girona: Eumo, 1991.
Reixach, Ramon, Els orígens de la tradició política liberal catòlica a Catalunya: Mataró, s. XVIII i XIX, Mataró: Caixa d’Estalvis Laietana, 2008.
Roig i Jalpí, Joan Gaspar, Resumen historial de las grandezas y antigüedades de la ciudad de Gerona, Barcelona: Jacint Andreu, 1678.
Íd., Verdad triunfante, Barcelona: Jacint Andreu, 1680.

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